José Angel Cuerda recibe emocionado la Medalla Francisco de Vitoria que le reconoce su trabajo de décadas a favor de los derechos humanos de todas las personas
El exalcalde agradeció la concesión del galardón por unanimidad e hizo un llamamiento a ‘construir la esperanza’.
El palacio de Villa Suso ha acogido esta tarde la ceremonia de entrega de la Medalla Francisco de Vitoria a José Angel Cuerda. Quien durante 20 años fue alcalde de Vitoria-Gasteiz ha recibido la distinción emocionado. “Saber que se me ha concedido por unanimidad me produce una emoción profunda; siento una enorme ilusión y alegría”, ha señalado. El galardón reconoce el trabajo de Cuerda durante décadas, tanto en su etapa política como tras su retirada de la vida pública, siempre a favor de los derechos humanos de todas las personas, especialmente las más débiles. José Ángel Cuerda se ha apoyado en palabras de Neruda, Goytisolo y Camus y ha cerrado su emotiva intervención con una de sus citas más emblemáticas: «Construyamos la esperanza».
Casi dos centenares de personas -entre familia, amistades y compañeros de profesión de y de las sucesivas Corporaciones municipales que trabajaron con él, así como de asociaciones con las que ha colaborado- han expresado su reconocimiento y gratitud a lo largo de todo el acto, en el que se ha podido escuchar al Quinteto de viento de la Banda Municipal de Música de Vitoria-Gasteiz y a la soprano Helene García. También se ha bailado un aurresku de honor y han resonado versos de Mario Benedetti, poeta preferido de José Angel Cuerda. Una recopilación de instantáneas ha repasado momentos de su trayectoria. No ha faltado a la cita Joaquim Nadal, quiera fuera alcalde de Girona y amigo, con quien tejió muchas políticas municipales con el objetivo común de innovar y hacer una sociedad más justa.
La Medalla Francisco de Vitoria es una distinción destinada a premiar los méritos más relevantes de personas físicas e instituciones que destaquen en el contexto internacional por la defensa de los derechos humanos y la promoción de los valores de la democracia, la paz y la cooperación internacional.
El Ayuntamiento entrega este reconocimiento cada dos años, si bien en esta ocasión debido a la pandemia han transcurrido tres. La propuesta de candidaturas partió de la Comisión Científica de los Cursos de Derecho Internacional y Relaciones Internacionales de Vitoria-Gasteiz que para ello destacó la labor de José Ángel Cuerda “tanto durante sus mandatos como alcalde de Vitoria-Gasteiz, de 1979 a 1999, como en los periodos anteriores y posteriores, ya sea en calidad de jurista, de docente o de ciudadano caracterizado por la defensa de todos los derechos humanos para todas las personas. Su acción y compromiso resultó pionero en múltiples dimensiones y facetas”.
El galardón reconoce la labor, siempre innovadora y avanzada, de Cuerda en materia de derechos sociales. También su compromiso con la libertad y la paz y su profunda convicción humanista. Entre las facetas destacables de la trayectoria de Cuerda destacan la creación en 1994 del primer Registro voluntario de uniones civiles, que equiparaba por primera vez parejas heterosexuales y homosexuales. Igualmente, el exalcalde hizo posible que el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz facilitase asesoría jurídica a los jóvenes objetores e insumisos, que se negaban a realizar el servicio militar, siendo en 1992 el primer Consistorio del Estado en crear una oficina de promoción de la objeción de conciencia. También colaboró activamente con la Campaña Internacional para la prohibición de las minas antipersona.
En 1986 el Ayuntamiento acogió el primer grupo de niñas y niños saharauis refugiados en los campamentos de Tinduf (Argelia) que pasó sus vacaciones en España. También impulsó resoluciones y posicionamientos de apoyo al derecho de autodeterminación del pueblo saharaui y de apoyo a la resolución pacífica del conflicto en el marco de las negociaciones promovidas por la Organización de Naciones Unidas. Asimismo, en 1998 suscribió un convenio con Amnistía Internacional para facilitar la acogida temporal de personas defensoras de los derechos humanos de Colombia, iniciativa pionera que luego imitaron otras instituciones
En su acción política, impulsó políticas sociales entonces absolutamente innovadoras, que tenían como fin garantizar el ejercicio efectivo por todas las personas y de todos los derechos: a una vivienda digna, a la formación, al ocio, etc. Igualmente, pertenece a su currículo el haber destinado el 0,7% del presupuesto municipal a la cooperación al desarrollo.
Su reivindicación de los derechos a la ciudad, al medio ambiente, a la movilidad, etc. subyacía siempre en el impulso a políticas de sostenibilidad ambiental, social y económica, que fueron configurando un modelo de ciudad sostenible que posteriormente ha sido ampliamente reconocido.
A partir de 1999, cuando optó por no presentarse a la reelección, ha proseguido su labor de defensa de los derechos humanos. En la actualidad, a sus 88 años, mantiene su labor comprometida ayudando a las personas que se dirigen a él en busca de ayuda.
Precisamente eso ha destacado el alcalde, Gorka Urtaran, previamente a entregarle la Medalla Francisco de Vitoria. El primer edil ha puesto de relieve que José Ángel Cuerda siempre ha tenido muy claro que el centro de su intervención han sido y siguen siendo las personas, independientemente de que la acción tuviera que ver con la rehabilitación urbana, la defensa del medio ambiente, la salud, la educación o los servicios de proximidad. “Su libro de cabecera ha sido la Carta de los Derechos Humanos y su vista siempre ha estado y sigue estando en las personas, especialmente las más vulnerables, con el objetivo claro de mejorar su calidad de vida”, ha destacado el alcalde.
José Ángel Cuerda, que en 2001 fue distinguido con la Medalla de Oro de la ciudad y en 2011 fue nombrado Celedón de Oro, ha agradecido emocionado este nuevo reconocimiento y ha recordado algunos momentos importantes vividos tanto en su etapa de alcalde como antes y después, cuando ejerció de abogado, de profesor universitario o de ciudadano de a pie, siempre guiado por intentar lograr una vida digna para todas las personas y, lo que él siempre pone en práctica y así denomina: “el deber de solidaridad”.
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