La comunidad de Pamplona lamenta profundamente el fallecimiento de uno de sus ilustres representantes de la gastronomía local, Patxi Barberena Larumbe, quien a lo largo de su vida fue un fiel heredero de la tradición culinaria de la ciudad. A la edad de 64 años, Patxi nos dejó el pasado lunes, dejando un vacío en el corazón de todos aquellos que tuvieron la fortuna de conocerlo.
Patxi Barberena Larumbe fue conocido por ser uno de los herederos del famoso frito de huevo pamplonés, una deliciosa especialidad que ha conquistado el paladar de generaciones de habitantes y visitantes de Pamplona. Durante muchos años, Patxi fue el propietario del Bar Museo, ubicado en la calle San Gregorio, número 13, donde continuó la receta que su padre, Ceferino Barberena, y su madre, María Angeles Larumbe, habían iniciado en el Museo (anteriormente conocido como el Bar Orbaiceta) en San Gregorio. Además, su tío Joaquín también desempeñó un papel fundamental en la promoción de este icónico platillo a partir del año 1963.
En los últimos tiempos, Patxi Barberena compartió la gestión del Museo con su hermana Arantza en la cocina, y su hijo Ion, hasta que hace aproximadamente cuatro años decidió arrendar el negocio.
La cremación de Patxi Barberena Larumbe está programada para este miércoles, 4 de octubre, a las 10:45 en el cementerio de San José. Los funerales en su memoria se llevarán a cabo a las 19:30 horas en la parroquia de San Raimundo de Fitero.
La partida de Patxi deja una huella imborrable en la gastronomía de Pamplona y en el corazón de la comunidad que lo apreciaba. Sus contribuciones a la cocina local y su legado perdurarán en la memoria de todos aquellos que tuvieron el placer de disfrutar de su amabilidad y su talento culinario. En estos momentos difíciles, enviamos nuestras más sinceras condolencias a su familia y amigos. Descanse en paz, Patxi Barberena Larumbe.
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