Alicia Rojas Gil, una destacada bodeguera pionera en Rioja, falleció el 31 de octubre en Bilbao a la edad de 89 años
Hija de Gonzalo Rojas, quien en la década de 1970 adquirió la mayor finca dedicada al cultivo en Rioja, Alicia asumió el negocio tras la prematura muerte de su padre en 1982, convirtiéndose en una de las primeras mujeres bodegueras en un momento en que su presencia en el sector era escasa, especialmente en roles de gerencia y propiedad.
Alicia Rojas, expulsada de un colegio de monjas en San Sebastián por ser, según sus propias palabras, “revolucionaria”, tenía una amplia formación que incluía estudios en Londres, una licenciatura en Derecho, experiencia como azafata de Iberia y trabajo como responsable para el País Vasco de la multinacional de cosméticos Avon. Su versatilidad y firme personalidad fueron rasgos distintivos que la llevaron a destacar en el mundo empresarial.
Además, Rojas fue una de las primeras en apostar por el cultivo ecológico de la vid, recibiendo varios premios en reconocimiento a su espíritu emprendedor, incluido el prestigioso Premio Mercurio a una Vida Empresarial.
Hace una década, ya en una etapa avanzada de su vida, vendió la bodega finca de Ausejo a un grupo inversor encabezado por un empresario francés de origen libanés. El proyecto, ahora conocido como Casa La Rad, continúa bajo nueva dirección, manteniendo viva la legendaria historia de Alicia Rojas en el mundo del vino.
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