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30 de junio de 2023

En el JBO podrás observar las 4 especies más comunes de los bosques europeos. Sus frutos maduran durante el verano y no pasarán desapercibidos para quienes visiten el jardín. Te enseñamos como diferenciar fácilmente estas 4 especies prestando atención a algunos detalles.

Los serbales son árboles y arbustos caducifolios que, al igual que otros frutales que nos resultan más familiares como perales, manzanos, cerezos o almendros, pertenecen a la familia de las Rosáceas. El género Sorbus, al que pertenecen los serbales y mostajos, abarca más de 100 especies que se distribuyen por las regiones frías y templadas del hemisferio norte. Algunas son también empleadas en jardinería por los contrastes entre el color del haz y el envés de sus hojas, por la coloración que adquieren en otoño o por la vistosidad de sus frutos.

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En los hayedos y abetales de los bosques templados del JBO podrás encontrar Sorbus aria, S. aucuparia y S. torminallis.

Sorbus aria, el mostajo, tiene hojas simples y alternas, redondeadas u ovaladas, de borde aserrado. El envés, la parte inferior de sus hojas, es blanquecino y aterciopelado. Sus frutos maduran en racimos y adquieren un color rojizo o pardo, y en el ápice mantienen el cáliz de la flor. Su madera, de tonalidad clara, es apreciada en ebanistería y para los trabajos de talla.

Sorbus torminalis, el peral de monte, también tiene hojas simples y alternas, pero su margen es lobulado. La profundidad de los lóbulos es variable, pero los de la base suelen ser más marcados y triangulares. Su envés es prácticamente lampiño. Los frutos, pardos con pequeñas motas claras, son comestibles y tienen propiedades astringentes, por lo que fueron empleados para curar la disenteria (tormina en latín) y las diarreas. Al madurar se vuelven algo más dulces. Tiene una distribución más meridional que el resto de los serbales de la zona templada.

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Sorbus aucuparia, el serbal de los cazadores, tiene hojas compuestas de foliolos impares, alargadas y serradas en el margen. Sus frutos son globosos, de aproximadamente 1 cm de longitud, de color rojo o naranja vivo al madurar, y se disponen abundantemente en corimbos terminales, que pueden permanecer en el árbol una vez han caído las hojas. Atraen a numerosas aves y se han utilizado como cebo para cazarlas. De hecho, aucupor, en latín, significa “cazar aves”. También son apreciados por su contenido en vitamina C y, en el norte de Europa, se emplean para elaborar mermeladas y licores. Su madera es muy resistente, por lo que se utilizaba para fabricar piezas que debían resistir a la fricción.

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En los bosques submediterráneos, Sorbus domestica, crece en los lugares más húmedos de los bosques de coníferas y frondosas. Al igual que S. aucuparia, tiene hojas compuestas y margen serrado en los foliolos, algo pelosas en el envés al brotar. Los frutos son más grandes que los del serbal de cazadores, tienen forma de pera, amarillentas al principio y pardas o grisáceas al madurar. En invierno sus yemas, a diferencia de S. aucuparia, son viscosas y carecen de pelosidad. Aunque en la Península Ibérica es poco común, se cultivó por el interés de sus frutos, muy nutritivos pues contienen cantidad de vitaminas, con los que se pueden elaborar sidras y licores.








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